Estimados Señores:

Una gentileza de la Comisión Organizadora de esta Asamblea de la FIA/IABA que hoy está llegando a su término, me permitirá dejar ante ustedes algunas reflexiones que creo oportunas, manifestarlas ante este selecto auditorio.

En primer lugar agradecer a todos los colaboradores que de una u otra forma hicieron posible estas jornadas interamericanas de juristas, abogados y estudiantes de derecho que abandonaron sus tares habituales para reunirse en procura de la mejora de la justicia en  el mundo y esencialmente en todo el continente americano.

Agradecer igualmente a quienes nos ilustraron con sus magníficas disertaciones en el transcurso de estos días, a todas las instituciones y personas que han ayudado a la brillantez de estas jornadas. Mencionaré en ese sentido, de modo especial: al señor Presidente de la República, a la Cancillería Nacional y a la Embajada de los EE.UU. de América que patrocinaron eventos sociales y nos dieron su apoyo desde el principio, para agasajar a los asistentes extranjeros que han llegado hasta nuestro país para participar y dar presencia de apoyo a esta Conferencia de la Federación Interamericana de Abogados que por primera vez ha tenido lugar en nuestro país. Sin embargo en esta ocasión no puede dejar de recordar aquella  exitosa reunión de Consejo realizada hacen 24 años en  el año 1989.

Pocos serán hoy quienes puedan memorar  aquel acontecimiento en un año tan significativo para la libertad, me refiero a la caída del muro de Berlín, y el derrumbe  de la larga e ignominiosa dictadura en este país.
Estoy- sin duda alguna – entre los más antiguos presidentes de la FIA. Fui electo  por unanimidad en Washington en el año que nuestra Federación cumplía sus cincuenta años de vida. No abundaré en detalles de aquellos episodios  tan sentidos por mí.

En épocas muy duras de represión a la libertad en general allá por los años 70 tuve el apoyo de colegas que me han llevado a la presidencia del Colegio de Abogados del Paraguay, y en tal carácter asistí por primera vez  a una reunión de la FIA que se realizaba  ese año en la hermosa  ciudad de Quito.

La altura de la ciudad había hecho que dos de los primeros miembros paraguayos de la Federación no hayan podido viajar, llevando así yo la representación de nuestro país a la mencionada reunión. Vale la pena que mencione a quienes me refiero : eran  los profesores doctores Sigfrido Gross Brown y Carlos Mersán.. El primero de los mencionados fue el primer presidente paraguayo de la Institución. Es importante señalar que hoy algunos miembros de la descendencia de ambos  siguen  como miembros en la Federación. Desde esta tribuna les rindo a aquellos  un sentido homenaje.

Fue en aquella oportunidad en Quito, que firmé mi solicitud de miembro individual y durante 20 años no dejé de asistir a casi ninguna reunión de la FIA sea esta Asamblea o reunión de Consejo. Encontré en el grupo humano que conocí ahí tanta simpatía y comunidad de anhelos e intereses  que no dudé en firmar mi solicitud, y sinceramente creo haber cumplido en esos largos  años mis obligaciones como miembro de la misma.

Sólo hechos ajenos a mi voluntad, incluyendo la edad, hicieron que mi modesta presencia y voz recién volvieran ahora. Pero mis sentimientos e interés por los postulados que defienden la Federación siguen intactos y sigo luchando por ellos.  Antes de entrar en tema no puedo dejar de recordar algunos nombres de amigos de aquellas ya lejanas épocas. Al menos a quienes puedo recordar: Adolfo Roca, el vasco Yurrebaso Viale, de Argentina, Pedro Mantellini y Carlos Casanova  de Venezuela, Antonio Bennazar, padre Yuan, de Puerto Rico, Frank Natier, Victor Folson, de los Estados Unidos, José Luis Siqueiros y Salvador Rocha de México, Rafael Eizaguirre de Chile y tantos otros cuyos nombres los he ido olvidando con el tiempo.

Yo rescato como valores supremos de la Federación Interamericana de Abogados, los siguientes: la lucha por la libertad y el derecho.; el pleno respeto al Estado de Derecho y a los Derechos humanos,  el fortalecimiento y el libre ejercicio de la profesión de Abogados, la camaradería entre abogados, y organizaciones de abogados en toda América, y sobre todo y como garantía de lo anterior, una administración de justicia seria, independiente, imparcial y en pleno ejercicio de su rol de uno de los tres poderes del Estado.

El corto tiempo que me queda, por cortesía hacia ustedes, hará que solo me refiera brevemente  al último punto, el que hace referencia a la Justicia. Tengo para mí que  nuestra América morena, en ese punto tiene su talón de Aquiles, es por ahí principalmente por donde flaquean nuestras democracias.  Se vuelven endebles y raquíticas, El Poder Judicial no ejerce su excelso rol, de ser garante del respeto hacia los principios y valores constitucionales de una República, por el contrario, es un arbitrio más que tienen las fuerzas políticas, del lado que fueran, para obtener desde el poder sus sentencias o resoluciones a favor, las más de la veces en perjuicio del pueblo llano. Si bien es vedad que en otros países también  se puedan dar ejemplos de la vulnerabilidad de los sistemas judiciales, en el nuestro se ha llegado a extremos intolerables, y los ministros, jueces y fiscales, salvo dignas excepciones, están más al servicio de sus enseñas partidarias  que de administrar justa y pronta justicia. Los Ministros de Corte,  se han abroquelado al amparo de sus propias sentencias para seguir en sus cargos,   más para administrar sus  intereses, salpicados  de corrupción, que cumplir con su alta y digna función de ser los garantes del respeto a los derechos fundamentales del hombre y del ciudadano consagrados en tantas convenciones y tratados internacionales  ratificados por nuestro país y en nuestra propia Constitución.

Es importante que la Federación Interamericana de Abogados incorpore decididamente el tema de la JUSTICIA INDEPENDIENTE, en su agenda, y  al efecto, me permito proponer que el tema central de la próxima Conferencia sea: el estado de la Justicia en las Américas: CORRUPCION E IMPUNIDAD.

Y para terminar deseo referirme a dos ejemplos bochornosos: la Justicia en la Argentina y la Justicia en Venezuela. Países estos como otros que han terminado con ese proceso de  avasallamiento de la Justicia,   están atravesando una muy dura prueba con las solapadas pretensiones de convertir a sus poderes judiciales en meros y mentirosos brazos legales de un Poder Ejecutivo,  atropellando la dignidad de sus pueblos, guiados por ideologías caprichosas y contrarias a esos grandes valores que como ya hemos dicho defiende nuestra  querida Federación. En la Argentina felizmente ese intento fue por ahora abortado por el voto mayoritario de la Corte Suprema de Justicia. En Venezuela, la Corte Suprema dio validez a la nula elección del actual presidente quien  no fue otra cosa que sucesor del fallecido  y nefasto dictador Chávez.

Esos países que junto a otros que conforman tanto el Mercosur como la Unasur,  sin el mínimo rubor, nos han apabullado con desplantes impropios de países civilizados excluyéndonos de ellos sin permitir defensa alguna.

Y la ilegal, taimada  y antiestatutaria incorporación de la Venezuela del Socialismo Siglo XXI, sin la participación del Paraguay ya excluido, y  casi todos estos países  se han allanado y han compartido esta vergonzosa acción de los llamados “pueblos hermanos”.   Todos ellos,  desde el Brasil  para abajo han doblado la cerviz  para satisfacer a un amo, cual es el DINERO.  Razones políticas y no jurídicas dieron solución a ese problema, según la “sabias “ palabras del presidente de la república oriental del Uruguay, don “Pepe” Múgica. Vergonzoso ¡!!

No deseo extenderme demasiado en temas que son por cierto apasionantes, pero el temor a aburrirles esperando la riquísima cena que nos espera  me impone hacerlo.

No obstante, y por último,  sean mis postreras palabras para hacerles llegar un saludo muy afectuoso,  mis propios agradecimientos por su presencia en las deliberaciones de la Asamblea y, ahora,  por el valor de escucharme.

Espero que vuestra permanencia en Asunción, les haya resultado cómoda y satisfactoria, que la FIA de algún  modo haya salido fortalecida  de este importante evento,  y que el regreso a vuestros respectivos  países sea con total felicidad, llevando en vuestros corazones un recuerdo feliz de esta tierra guaraní.

DR. FEDERICO CALLIZO NICORA
EX PRESIDENTE DE LA FIA

junio de 2013.

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